Consejos para afrontar rutas nocturnas en BTT

Disfrutar de una ruta nocturna de BTT por la noche es toda una experiencia, pero tenemos que estar bien preparados. Ya sea por el calor veraniego o por la falta de horas de luz en invierno, cada vez somos más los aficionados a este deporte que salimos en bici de noche. Las luces, la compañía, el equipamiento o la ruta a recorrer son aspectos a tener en cuenta en cualquier salida nocturna en mountain bike.

Las luces, para ver y ser visto

Para una salida nocturna en mountain bike es imprescindible que contemos con un buen alumbrado para ver y ser vistos. La luz frontal debe apuntar 2 metros delante de la rueda, para anticiparnos a cualquier obstáculo, y la trasera debe ser potente para ser vistos. Las prendas reflectantes también nos ayudan y no está de más llevar un frontal. Es recomendable probar el alumbrado al atardecer para comprobar que funciona y está bien regulado.

Hay que salir en grupo

Tanto por nuestra seguridad como para compartir la experiencia, las rutas nocturnas en bicicleta de montaña se deberían hacer en grupo. En caso de accidente o de perdernos en la oscuridad de la noche, siempre es preferible que vayamos en compañía. El ciclista más hábil debe ir tirando del grupo, ordenado de más a menos nivel. El ciclista que lo cierre también debería tener experiencia y, cada cierto tiempo debemos parar y comprobar que no falta nadie.

El equipamiento

De día o de noche, las gafas son la mejor forma de proteger los ojos del biker del polvo, ramas o piedras, además de los insectos. Para las rutas de btt nocturnas hay que utilizar lentes transparentes, dejando los cristales oscuros, polarizados o fotocromáticos para el día; ya que de noche reducen aún más la visión. Sobra decir que el casco y los guantes también son imprescindibles.

Respecto a la ropa, es recomendable añadir a la mochila un cortavientos o chubasquero, una prenda de abrigo que sirva si se pone a llover. Tampoco está de más coger un maillot o camiseta interior secos, ya que la temperatura baja y más en la montaña. En este sentido, manguitos o perneras pueden ayudarnos. El teléfono móvil -cargado de batería-, comida, bebida y un poco de dinero tampoco pueden faltar en nuestra mochila, además de un kit para reparar averías.

Recorridos conocidos

A medida que acumulamos kilómetros a la luz de la Luna ganamos experiencia, pero las primeras rutas nocturnas en bici de montaña deben ser cortas y por recorridos conocidos. Poco a poco podemos ir aumentando el kilometraje, pero transitando siempre por caminos que se han hecho de día para orientarnos mejor y evitar perdernos por la montaña.

En resumen, tenemos que preparar bien tanto las salidas nocturnas en btt como las diurnas, con el añadido de que el mountain bike de noche exige llevar un buen alumbrado. No debemos caer en el error de creer que se necesita menos agua o comida, ya que es una actividad muy exigente físicamente y los ciclistas hemos de estar bien preparados. Y por supuesto, también debemos respetar la naturaleza.

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